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La capital colombiana está implementando cambios significativos para mejorar la seguridad vial. Como parte de la campaña «Bogotá, mi ciudad, mi casa», la Secretaría de Movilidad ha identificado zonas donde el exceso de velocidad representa un peligro constante para todos los usuarios de las vías. Esta iniciativa busca fortalecer la cultura vial y generar mayor conciencia sobre la importancia de respetar los límites de velocidad establecidos.
La principal medida implementada ha sido la instalación de resaltos parabólicos, popularmente conocidos como «policías acostados». Estos dispositivos han demostrado ser una alternativa eficaz para gestionar la velocidad en corredores viales críticos de la ciudad. Su diseño especial obliga a los conductores a reducir la velocidad de manera natural, sin causar daños a la infraestructura vial ni a los vehículos.
Una ventaja destacable de estos resaltos es que no generan los ruidos ni vibraciones característicos de otros métodos de reducción de velocidad, una preocupación frecuente expresada por los conductores. La Secretaría de Movilidad ha calificado esta solución como «eficiente» dentro de sus estrategias para una movilidad más segura.
Las intervenciones se han concentrado estratégicamente en tres puntos clave de la ciudad: la avenida Villavicencio (entre las carreras 38 y 48), la avenida Circunvalar (con dos sectores intervenidos: entre las calles 23a y 23b, y entre las calles 26a y 26b), y la avenida Guayacanes, siendo esta última la primera en recibir las adecuaciones en colaboración con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
Para facilitar la identificación de estos elementos viales, se ha implementado señalización preventiva y vertical en todos los puntos intervenidos. Aunque la pintura permanente solo puede aplicarse después de 28 días de la instalación, se han dispuesto marcas temporales que advierten sobre su presencia, evitando así que los conductores sean sorprendidos.
Estas medidas, implementadas desde principios de 2024, han sido fundamentales para mejorar la movilidad en Bogotá y mitigar los riesgos asociados al exceso de velocidad, especialmente en corredores con alta siniestralidad vial. La Secretaría ha compartido a través de sus redes sociales los resultados positivos de estas intervenciones, destacando su efectividad para controlar la velocidad tanto de automóviles como de motocicletas.
El plan forma parte de un esfuerzo continuo por reforzar la seguridad en las vías capitalinas y reducir los accidentes que afectan tanto a conductores como a peatones. Las autoridades han enfatizado la necesidad de un trabajo colaborativo entre ciudadanía y gobierno para lograr una movilidad más ordenada y eficiente, anticipando que este tipo de intervenciones continuarán expandiéndose a otras zonas de alta afluencia vehicular y peatonal en el futuro próximo.